Cada Domingo cercano al 20 de Enero, Huelva saca en Procesión a San Sebastián Mártir. Patrón desde tiempos inmemoriables de esta señora ciudad marinera que le entrega su protección.
Su vida nos lega compromiso, fe y fortaleza. Soldado del emperador romano Diocleciano y jefe de la 1º Cohorte Pretoriana. Ayudaba a los cristianos encarcelados y alentaba a otros en su fe hasta que fue descubierto y denunciado al emperador Maximiano, quien lo obligó a escoger entre ser soldado o cristiano. Al renunciar a su estatus en vez de sus creencias, fue condenado a morir asaetado (lluvia de flechas). Sus amigos rescataron su cuerpo que seguía con vida y fue llevado a una casa hasta recuperarse de sus heridas. No huyó, sino que se presentó en el Palacio Imperial y acusó al emperador de las persecuciones hacia los cristianos. Sorprendido, el emperador ordenó su muerte a latigazos. Una vez muerto, los legionarios tiraron su cuerpo a un lodazal que después fue rescatado y enterrado en las catacumbas que llevan su nombre en la Via Apia.
La devoción que Huelva profesa es reconocida internacionalmente y, aún hoy, sigue siendo una fiesta multitudinaria en nuestra tierra.
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