LA IMAGEN
Nuestra
Señora de la Caridad es obra del imaginero onubense José Méndez
González, con quien se puso en contacto el por entonces Hermano Mayor de
la Corporación, Juan Sigüenza, en 1989 para estudiar la posibilidad de
realizar una Dolorosa para la Hermandad.
El boceto fue del gusto del Director Espiritual de la Cofradía y Párroco, por aquel entonces, de Santa María Madre de la Iglesia, Don José Romero López, y del Hermano Mayor, Juan Sigüenza, realizándose el contrato con el imaginero el 16 de Agosto de 1989. Tiempo más tarde, la imagen fue presentada y bendecida, concretamente el 16 de Enero de ese mismo año 1990, siendo su madrina la esposa del torero Don Miguel Báez Espuny “Litri”, Doña Concepción Spínola, quien le regaló un alfiler de oro para su salida procesional.
La imagen, inicialmente, iba a tener la advocación de “Santa María Madre de la Iglesia en sus Dolores”, pero el propio autor de la imagen propuso el cambio de advocación al de “Nuestra Señora de la Caridad”, advocación que complementa a la Fe. La Hermandad y el Palacio Episcopal aprobaron esta propuesta, siendo desde ese momento la advocación de la Virgen.
La imagen de la Nuestra Señora de la Caridad mide cerca de 170 centímetros de altura, está levemente inclinada hacia delante, teniendo la mirada clavada, fija hacia el frente. Es una imagen de candelero para vestir, hecha de madera policromada y restaurada a petición de su propio autor en 1995, antes de su salida procesional. Tiene brazos articulados y tres lágrimas que le recorren su cara morena, dos por su lado izquierdo (una de ella saliendo del mismo lacrimal) y otra por su diestra. Sus ojos están pintados en la madera, y son de un color miel que la caracteriza bastante. También la hacen diferente sus cejas finas y estrechas, su boca entreabierta que deja ver parte de la lengua y el hoyo de su barbilla.
El boceto fue del gusto del Director Espiritual de la Cofradía y Párroco, por aquel entonces, de Santa María Madre de la Iglesia, Don José Romero López, y del Hermano Mayor, Juan Sigüenza, realizándose el contrato con el imaginero el 16 de Agosto de 1989. Tiempo más tarde, la imagen fue presentada y bendecida, concretamente el 16 de Enero de ese mismo año 1990, siendo su madrina la esposa del torero Don Miguel Báez Espuny “Litri”, Doña Concepción Spínola, quien le regaló un alfiler de oro para su salida procesional.
La imagen, inicialmente, iba a tener la advocación de “Santa María Madre de la Iglesia en sus Dolores”, pero el propio autor de la imagen propuso el cambio de advocación al de “Nuestra Señora de la Caridad”, advocación que complementa a la Fe. La Hermandad y el Palacio Episcopal aprobaron esta propuesta, siendo desde ese momento la advocación de la Virgen.
La imagen de la Nuestra Señora de la Caridad mide cerca de 170 centímetros de altura, está levemente inclinada hacia delante, teniendo la mirada clavada, fija hacia el frente. Es una imagen de candelero para vestir, hecha de madera policromada y restaurada a petición de su propio autor en 1995, antes de su salida procesional. Tiene brazos articulados y tres lágrimas que le recorren su cara morena, dos por su lado izquierdo (una de ella saliendo del mismo lacrimal) y otra por su diestra. Sus ojos están pintados en la madera, y son de un color miel que la caracteriza bastante. También la hacen diferente sus cejas finas y estrechas, su boca entreabierta que deja ver parte de la lengua y el hoyo de su barbilla.
EL PASO DE PALIO
El
paso de palio de Nuestra Señora de la Caridad cuenta con una
candeleria de 72 piezas, de alpaca plateada, donada por varias familias,
realizada por León Peñuelas entre 1992 y 1995.
Los varales también son de León Peñuelas, de 1990, restaurados hasta la forma actual en el año 2000. Además son del mismo autor los faroles de entrevarales (1996-1998),jarritas (1999), y peana (2005). El llamador del paso representa a un ángel sujetando el escudo de la Hermandad. Así, los respiraderos, de color burdeos, son diseñados por Juan Manuel Sigüenza Bogado, además de las bambalinas, lisas, y del manto y las caídas. Todo esto fue confeccionado por la camarista de la Hermandad, Manoli Gómez Pérez.
Actualmente la Hermandad cuenta con la ayuda de una comisión Pro-Paso de palio que se encarga de recaudar fondos para poder engrandecer el paso de palio de Nuestra Señora de la Caridad. Así, gracias a esta comisión, la Hermandad pudo estrenar recientemente dos candelabros de entrevarales, de Talleres de Orfebrería Villareal, y un relicario para la calle central de la candelería del paso de palio, obra también esta, de Orfebreria Villareal, con la figura de Santa María Madre de la Iglesia.
Como ajuar de la Virgen, destacar la corona de salida, de León Peñuelas de 1992, el fajín, la toca de sobremanto, estrenada en 1995, un broche de oro, donado por un grupo de hermanos, y las sayas, una azul, confeccionada por Manoli Gómez,y otra de tercipelo negro, de María Josefa Cruz Fernández.
Los varales también son de León Peñuelas, de 1990, restaurados hasta la forma actual en el año 2000. Además son del mismo autor los faroles de entrevarales (1996-1998),jarritas (1999), y peana (2005). El llamador del paso representa a un ángel sujetando el escudo de la Hermandad. Así, los respiraderos, de color burdeos, son diseñados por Juan Manuel Sigüenza Bogado, además de las bambalinas, lisas, y del manto y las caídas. Todo esto fue confeccionado por la camarista de la Hermandad, Manoli Gómez Pérez.
Actualmente la Hermandad cuenta con la ayuda de una comisión Pro-Paso de palio que se encarga de recaudar fondos para poder engrandecer el paso de palio de Nuestra Señora de la Caridad. Así, gracias a esta comisión, la Hermandad pudo estrenar recientemente dos candelabros de entrevarales, de Talleres de Orfebrería Villareal, y un relicario para la calle central de la candelería del paso de palio, obra también esta, de Orfebreria Villareal, con la figura de Santa María Madre de la Iglesia.
Como ajuar de la Virgen, destacar la corona de salida, de León Peñuelas de 1992, el fajín, la toca de sobremanto, estrenada en 1995, un broche de oro, donado por un grupo de hermanos, y las sayas, una azul, confeccionada por Manoli Gómez,y otra de tercipelo negro, de María Josefa Cruz Fernández.
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