Hace ya tres años desde que el Grupo Joven iniciara su camino de la mano de Constantino Barroso y empezara a escribir su historia. Tres años que pueden ser resumidos en felicidad, amistad y sacrificio. Todos los comienzos fueron difíciles, o eso se dice, pero para nosotros, todo fue fácil. Conoces a personas que te marcan de por vida, vives experiencias más allá de las que puedes observar un día cualquiera de nuestra Semana Santa, trabajas para conseguir una meta que en ocasiones es harta complicada de alcanzar, pero juntos, lo pudimos conseguir. Y así están las cosas. No paramos ni en verano, ya que muchos extrañamos los fines de semana sin reunión del grupo. Pocos son los que quedan del inicio, apenas somos la mitad del actual, y esa es una de las cosas malas, gente que se va y como si no hubiese pasado nada. A menudo echas de menos las risas que te echabas con esas personas, esos ratos de compañía donde las horas eran minutos y contabas los días que quedaban para volver a quedar con ellos.
Han sido tres años de cambios, de constantes altos y bajos, de veces donde sólo te queda tirar la toalla pero sigues adelante como sea. Y ésa es la fuerza de un grupo, donde todo problema sea nada más que una brisa y no un huracán que arrase con todo. He vivido desde el inicio de esta generación de Grupo Joven, y sin lugar a dudas, volvería a vivir con tal de pasar esos buenos momentos. Pero para que esto siga adelante, hace falta trabajo, hace falta ayuda, hace falta compromiso...Y si no fuera por la "Fe" constante, no sé dónde estaríamos ahora. Fe de seguir adelante, Fe de que conseguiremos todas nuestras metas si somos un grupo, Fe de hacer hermandad.
Y no mirando hacia nosotros, sino al resto. A quienes nos rodean y pasan desapercibidos. Hay experiencias, que dejando aparte la hermandad, te marcan como cristiano, y ahí es donde hay que empezar. Un buen cofrade debe y tiene que ser un buen cristiano. Si no es cristiano, te aseguro, que cofrade no es ni de refilón. La campaña de Navidad, la visita a los disminuidos psiquicos y fisicos, vivir en comunidad...son cosas que jamás se olvidan y lo recuerdas siempre, y te digo que las personas por quien lo haces, no lo olvidarán.
Hay una frase que resume perfectamente, bajo mi punto de vista, nuestro lema: "La Fe mueve montañas..."
Varias personas pusieron "Fe" en nosotros, y nosotros en ellas.
¿Y tú?
Eduardo J. Maestre Salas
Miembro del Grupo Joven de la Hermandad de la Fe
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